Tendencias en pintura de techos: el “quinto muro"

Tendencias en pintura de techos: el “quinto muro"

Esta tendencia no solo busca innovar, sino también romper con la idea de que el techo debe ser neutro o invisible. Con el color adecuado, puede aportar calidez, profundidad y equilibrio visual a cualquier ambiente.


1- El techo como recurso de diseño

El auge de los techos pintados está directamente vinculado con un cambio en la forma de concebir los interiores. En lugar de centrarse únicamente en las paredes o los muebles, los diseñadores buscan una experiencia visual completa.

El techo, al ocupar un plano amplio y continuo, puede servir para enmarcar, ampliar o delimitar espacios dentro de un mismo ambiente.

Por ejemplo, un techo oscuro puede generar sensación de refugio y sofisticación, ideal para dormitorios o livings con buena iluminación natural. Por el contrario, un tono claro con acabado brillante puede reflejar la luz y dar mayor amplitud, perfecto para espacios pequeños o con techos bajos.


2- Colores que marcan tendencia

El 2025 llega con propuestas audaces y contrastantes. Se impone el uso del color en todas sus variantes: desde paletas naturales inspiradas en la tierra y los minerales, hasta tonos más expresivos que buscan impactar visualmente.

Entre las tendencias más destacadas:

  • Verdes suaves y arcillosos, que aportan calma y conexión con la naturaleza.
  • Azules profundos o grisáceos, que transmiten serenidad y elegancia.
  • Terracotas, beige cálido y ocres, ideales para ambientes con materiales naturales como madera o piedra.
  • Negro o grafito, que suma dramatismo y un toque de lujo contemporáneo.
  • Tonos pastel o empolvados, perfectos para crear techos coloridos pero equilibrados.

Una combinación muy utilizada consiste en pintar el techo del mismo color que las paredes, generando un efecto envolvente y uniforme. Esta técnica ayuda a destacar la arquitectura del espacio y aporta sensación de continuidad.


3- Efectos, texturas y acabados creativos

Más allá del color, la tendencia actual también invita a experimentar con texturas y acabados especiales. Los techos satinados o semibrillantes ganan protagonismo por su capacidad de reflejar la luz, mientras que los acabados mate siguen siendo una opción elegante para lograr un aspecto más sereno y contemporáneo.

Los efectos de pintura decorativa, como degradados, cielos estrellados o patrones geométricos, también se utilizan para personalizar ambientes con carácter propio. En algunos casos, incluso se integran elementos arquitectónicos o molduras pintadas en contraste para realzar la estructura del techo.

Otra tendencia interesante es la pintura bicolor, que combina un tono en las paredes y otro en el techo para definir zonas o generar un punto focal. Esta técnica funciona muy bien en espacios abiertos o multifuncionales, como estudios, lofts o livings integrados.


4- Coordinación con la iluminación y los materiales

Pintar el techo implica considerar otros factores del diseño interior. Uno de los más importantes es la iluminación, ya que el color elegido influirá directamente en cómo se percibe la luz dentro del ambiente.

Los techos oscuros absorben más luz y generan una atmósfera íntima, por lo que conviene acompañarlos con iluminación dirigida o cálida. En cambio, los colores claros ayudan a reflejar la luz y amplificar la sensación de espacio, especialmente cuando se combinan con luminarias empotradas o de diseño minimalista.

También es clave coordinar el techo con el resto de los materiales del ambiente: pisos, cortinas, tapizados o marcos de ventanas. El equilibrio cromático es lo que permitirá que el techo destaque sin romper la armonía general del espacio.